Si sigues las noticias de inmigración en los Estados Unidos, seguro habrás oído hablar de “ciudades santuario”.
De hecho, las ciudades santuario están hoy en el centro del debate migratorio en Estados Unidos.
En este artículo te explicamos qué son las ciudades santuario, cómo funcionan, dónde están y por qué son parte importante del debate migratorio actual.
¿Qué es una “ciudad santuario”?
Una ciudad es considerada “santuario” cuando limita su cooperación con las autoridades federales de inmigración.
En realidad, no existe una definición oficial de “ciudad santuario”.
Pero sí podemos decir que estas ciudades tienen un objetivo común: proteger a los inmigrantes indocumentados de deportaciones automáticas y crear un ambiente de confianza entre la comunidad inmigrante y las autoridades locales.
¿Cómo protegen a los inmigrantes?
En general, cuando una jurisdicción aplica políticas de santuario, esto quiere decir que los funcionarios de ese lugar limitan su cooperación con los funcionarios federales de inmigración.
Como dijimos, no hay una definición única de lo que significa que una ciudad o estado adopte políticas de santuario. Esto puede variar según el lugar.
Sin embargo, las ciudades santuario generalmente protegen a los inmigrantes de la siguiente manera:
– Las autoridades locales no cooperan con la policía de inmigración (ICE, por sus siglas en inglés), salvo que haya una orden judicial.
– La policía local y los empleados municipales tienen prohibido preguntar a las personas por su estatus migratorio.
– Las autoridades locales no intercambian cierta información sobre inmigrantes con el gobierno federal.
– Los inmigrantes indocumentados son tratados de la misma manera que cualquier otro sospechoso en términos de tiempo de detención y proceso legal.
– Las escuelas y otras instituciones públicas no pueden compartir información sobre el estatus migratorio de estudiantes y sus familias con agencias de inmigración.
– No se permite la instalación de centros de detención de inmigrantes.
Además, estas políticas muchas veces incluyen otras iniciativas a favor de los inmigrantes. Por ejemplo, ofrecer clases de inglés, emitir documentos de identificación municipal y licencias de conducir para todos los residentes, facilitar la obtención de visas U para víctimas de delitos, y capacitar a fiscales y defensores públicos sobre las consecuencias migratorias de condenas y acuerdos judiciales.
Lo que NO hace una ciudad santuario
Es importante aclarar que las ciudades santuario limitan su cooperación con las autoridades de inmigración federales, pero no obstaculizan su trabajo de forma directa.
Es decir, ayudan lo mínimo posible, pero no impiden de manera activa que las autoridades federales hagan su trabajo.
Las leyes federales siguen siendo válidas y se siguen aplicando, aunque una ciudad adopte políticas de santuario. Por eso, las autoridades federales siguen teniendo el poder para operar y hacer cumplir las leyes de inmigración en estas ciudades.
Estas son algunas cosas que las ciudades santuario NO hacen:
– No impiden que ICE entre a la ciudad.
– No obstaculizan físicamente ninguna operación de ICE.
– No ocultan a inmigrantes de las autoridades federales.
– No protegen a las personas que cometieron delitos graves.
– No usan fondos federales para sus políticas de protección.
¿Las políticas de santuario son legales?
¿Pueden las autoridades locales negarse a colaborar con las autoridades federales? ¿Esto no es ilegal?
Las políticas de santuario tienen como fundamento un principio que surge de la Constitución de los Estados Unidos.
Según la Décima Enmienda, el poder federal solo tiene los poderes que le fueron otorgados explícitamente por la Constitución. Y los poderes que no le fueron otorgados explícitamente al gobierno federal pertenecen a los estados o al pueblo.
Por esta razón, el gobierno federal no puede obligar a las jurisdicciones locales a participar en la aplicación de leyes de inmigración.
Argumentos a favor y en contra
Las ciudades santuario generan mucha discusión en los Estados Unidos.
Quienes están a favor dicen que las comunidades son más seguras cuando los inmigrantes indocumentados confían en la policía local.
Si un inmigrante es víctima o es testigo de un delito, es más probable que lo reporte a la policía en una ciudad santuario, porque puede estar tranquilo de que no va a ser deportado.
Las políticas de santuario también ayudan a mantener a las familias unidas, ya que evitan la separación debido a deportaciones.
Otra ventaja de estas políticas sería económica: cuando los inmigrantes están protegidos, pueden trabajar y pagar impuestos, y así ayudar a que crezca la economía.
Quienes están en contra, en cambio, dicen que, al no cooperar con las autoridades federales, estas ciudades santuario están poniendo en riesgo la seguridad nacional.
Además, estas políticas podrían alentar a más personas a venir sin documentos, pensando que estarán protegidos.
Otro argumento en contra es que, como las autoridades locales no cooperan con la policía de inmigración (ICE), algunas personas que cometieron delitos graves podrían quedar libres en lugar de ser deportados.
¿Dónde hay ciudades santuario?
Hoy en día hay casi 600 jurisdicciones santuario en Estados Unidos.
A veces se trata de condados o de ciudades, y otras veces puede ser incluso un estado completo el que ofrezca santuario.
Los estados con políticas de santuario son: California, Colorado, Connecticut, Illinois, Massachusetts, Nueva Jersey, Nueva York, Dakota del Norte, Oregon, Rhode Island, Utah, Vermont y Washington.
Entre las numerosas ciudades santuario están: Washington D. C., Atlanta, Louisville, Nueva Orleans y Baltimore.
Otros estados, en cambio, tienen leyes que prohíben las políticas de santuario. Estos estados son: Alabama, Arizona, Arkansas, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Florida, Georgia, Iowa, Mississippi, Missouri, Tennessee y Texas.
Historia del movimiento
El concepto de “ciudad santuario” tal cual lo conocemos hoy surgió en los Estados Unidos durante los años 80.
Las guerras civiles en países como El Salvador y Guatemala generaron una crisis humanitaria. Muchas iglesias y comunidades religiosas respondieron dando refugio a las personas que huían en busca de seguridad, para que no fueran deportadas.
En el año 1979, Los Ángeles se convirtió en la primera ciudad en impedir que la policía local preguntara por el estatus migratorio de las personas, o las arrestara por no tener documentos.
En 1985, la ciudad de San Francisco aprobó una resolución por la que se autodenominaba “Ciudad de Refugio”.
Con el tiempo, el movimiento fue creciendo y más y más ciudades se sumaron, adoptando políticas que limitan la colaboración de las autoridades locales con las autoridades federales de inmigración.
Más tarde, tras los ataques del 11 de septiembre de 2001, el gobierno federal intensificó el control migratorio y puso más presión a las policías locales para que colaborasen identificando y deportando inmigrantes indocumentados. Esto generó que más ciudades se convirtieran en santuarios, para proteger a las comunidades inmigrantes de redadas y deportaciones.
Situación actual
La inmigración sigue siendo uno de los temas más importantes y complicados en Estados Unidos. Y las ciudades santuario son tan solo una parte de un debate mucho mayor.
Con el cambio de administración federal en 2025, las ciudades santuario enfrentan nuevos desafíos.
Por ahora, lo más importante es mantenerse informado sobre los cambios que vayan surgiendo y entender cómo pueden afectar a las comunidades locales.