
Una jueza federal ordenó que Kilmar Abrego García, un hombre que vivía en Maryland y fue deportado por error a El Salvador el mes pasado, sea devuelto a Estados Unidos antes de la medianoche del lunes 7 de abril.
Lo curioso de este caso es que Abrego García tenía protección legal contra la deportación y un permiso de trabajo, y el gobierno admitió que su remoción se debió a un descuido.
En este artículo, te contamos todos los detalles del caso y qué decidió la jueza.
La historia de Kilmar Abrego García
Abrego García ingresó a los Estados Unidos sin papeles en 2011. Se instaló en Maryland, donde tenía un hermano, y fundó una familia con una ciudadana estadounidense.
Todo fue bien hasta el año 2019, en que Abrego García fue arrestado por la policía local cuando buscaba trabajo en las inmediaciones de un Home Depot.
Luego, la policía de inmigración tomó el control de su caso e inició el proceso de deportación, basado en parte en la supuesta vinculación de Abrego García con la pandilla MS-13.
Pero, en octubre de 2019, Abrego García logró evitar la deportación al alegar que, si volvía su país, podría sufrir violencia e incluso tortura. El juez de inmigración le concedió el estatus de “retención de remoción” (“withholding of removal”), que le permitió quedarse en los Estados Unidos y que debería haber impedido que fuera enviado a El Salvador.
El problema es que, el mes de marzo pasado, Abrego García fue detenido nuevamente por agentes de inmigración. Y, a pesar de tener una protección legal contra la deportación, fue deportado a El Salvador de todas maneras, en uno de los tres vuelos que un juez quiso bloquear recientemente.
La postura del gobierno
El gobierno reconoció que la deportación se debió a un error administrativo y un descuido.
Sin embargo, cuando los abogados de Abrego García exigieron su regreso, funcionarios gubernamentales argumentaron que la justicia estadounidense no tiene autoridad para ordenar su regreso, ya que Abrego García no está en los Estados Unidos. Además, siguieron sosteniendo que es miembro de la pandilla MS-13.
La decisión de la jueza Paula Xinis
Durante una audiencia en Maryland el pasado viernes 4 de abril, la jueza federal Paula Xinis calificó la deportación como “un acto ilegal” y ordenó al gobierno que tome medidas inmediatas para traer de vuelta a Abrego García.
“Desde el momento en que fue detenido, fue inconstitucional”, dijo la jueza Xinis. “Si no hay un documento, una orden judicial, una declaración de causa probable, entonces no hay base para haberlo detenido en primer lugar”.
La jueza cuestionó duramente a los abogados del Departamento de Justicia sobre por qué no podían traer de vuelta a Abrego García, especialmente considerando que Estados Unidos tiene un contrato de 6 millones de dólares con la prisión salvadoreña donde está recluido.
En cuanto a las acusaciones del gobierno sobre la vinculación de Abrego García con la pandilla MS-13, la jueza Xinis indicó que no se le había presentado evidencia alguna para demostrarla. Y agregó: “En un tribunal de justicia, cuando alguien es acusado de pertenecer a una organización tan violenta y depredadora, esto se presenta en forma de una acusación formal, una denuncia, un procedimiento penal que luego sigue un proceso sólido, para que podamos evaluar los hechos.”
Próximos pasos
El gobierno ya ha indicado que apelará la decisión de la jueza Xinis ante la Corte de Apelaciones del Cuarto Circuito.
Sin embargo, a menos que un tribunal superior suspenda la orden, el gobierno debe traer de vuelta a Abrego García antes de la medianoche del lunes 7 de abril.
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