
El presidente de la Corte Suprema de Estados Unidos, John Roberts, suspendió temporalmente una orden judicial que exigía al gobierno estadounidense traer de vuelta a un hombre que fue deportado por error a El Salvador.
La decisión pospone el plazo que vencía la medianoche del lunes 7 de abril para que Kilmar Abrego García fuera devuelto a Estados Unidos.
¿Quién es Kilmar Abrego García?
Como te contamos en un artículo anterior, Kilmar Armando Abrego García, es un ciudadano salvadoreño que vivió en los Estados Unidos desde 2011. Está casado con una ciudadana estadounidense, Jennifer Stefania Vásquez Sura, y es padre de un hijo con ciudadanía estadounidense.
Lo más importante de su situación es que en 2019, un juez de inmigración le otorgó una “retención de expulsión” específicamente para El Salvador, después de determinar que probablemente enfrentaría persecución y violencia de pandillas si regresaba a ese país. Esta decisión debería haberlo protegido de ser enviado a El Salvador.
Abrego García trabajaba en la industria de la construcción como aprendiz de hojalatero y estaba en proceso de obtener una licencia de oficial. Según sus abogados, nunca ha sido acusado ni condenado por ningún delito en ningún país.
¿Qué ocurrió con su deportación?
El 12 de marzo pasado, Abrego García fue detenido por agentes de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) bajo la acusación de ser miembro de la pandilla MS-13. Tres días después, el 15 de marzo, fue deportado a El Salvador como parte de la iniciativa de deportación de supuestos miembros de organizaciones terroristas extranjeras.
El propio gobierno estadounidense ha reconocido en documentos judiciales que la deportación de Abrego García a El Salvador fue un “error administrativo”, ya que tenía una orden administrativa que prohibía específicamente su deportación a ese país.
Actualmente, Abrego García se encuentra recluido en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), una prisión de máxima seguridad en El Salvador.
La batalla legal
La esposa de Abrego García y sus abogados presentaron una demanda argumentando que, si bien el gobierno tenía derecho a deportarlo de Estados Unidos, fue ilegal enviarlo específicamente a El Salvador, debido a la orden de retención de deportación vigente desde 2019.
La jueza federal Paula Xinis estuvo de acuerdo con este argumento y ordenó al gobierno facilitar el regreso de Abrego García a Estados Unidos antes de la medianoche del lunes 7 de abril. Según la jueza, Abrego García fue arrestado “sin base legal” y deportado “sin proceso adicional o justificación legal”.
El gobierno apeló esta decisión, primero ante la Corte de Apelaciones del Cuarto Circuito, que rechazó unánimemente la solicitud.
La posición del gobierno
El Departamento de Justicia llevó entonces el caso de emergencia a la Corte Suprema, argumentando que:
- Abrego García ya no está bajo custodia estadounidense sino salvadoreña.
- Traerlo de vuelta requeriría negociaciones diplomáticas delicadas con un gobierno extranjero.
- La jueza Xinis excedió su autoridad al ordenar el regreso de Abrego García.
- Los tribunales federales no tienen jurisdicción para revisar acciones discrecionales como las deportaciones bajo la Ley de Inmigración y Nacionalidad.
El gobierno sostiene que Abrego García es miembro de la pandilla MS-13, aunque sus abogados niegan esta acusación y afirman que no hay evidencia que la respalde.
La suspensión temporal
El lunes por la tarde, el presidente de la Corte Suprema, John Roberts, emitió una “suspensión administrativa” que pospone el plazo de medianoche para el regreso de Abrego García. Esta suspensión temporal da tiempo a la Corte Suprema para considerar el caso completo. Se espera que los jueces de la Corte Suprema tomen una decisión en los próximos días.
Es importante entender que esta suspensión no es una decisión final sobre el caso. Simplemente detiene la orden de la jueza Xinis mientras la Corte Suprema considera los argumentos de ambas partes.
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