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Si eres uno de los cientos de miles de venezolanos que cuentan con la protección del TPS de 2023 (o si tienes miedo de ser deportado por otra razón), este artículo es para ti.
Como te informamos en su momento, el gobierno de Trump canceló el TPS de 2023 para venezolanos. La protección para quienes cuenten con este TPS es hasta el 7 de abril. A partir de ese día, estas personas quedan expuestas a la deportación, salvo que cuenten con otro medio legal para quedarse en los Estados Unidos.
Exploremos juntos qué opciones existen.
Qué es el TPS
Antes de empezar, recordemos brevemente qué es el TPS.
“TPS” son las siglas en inglés del Estatus de Protección Temporal. Se trata de un estatus legal que el gobierno de los Estados Unidos da a ciudadanos de países que enfrentan condiciones extraordinarias y peligrosas (por ejemplo, una guerra civil, un terremoto, etc.) y que les impiden regresar temporalmente a su país.
Los beneficiarios de TPS están protegidos de la deportación y, además, tienen derecho a pedir un permiso de trabajo.
Como el TPS justamente da una protección contra la deportación, quienes pierdan el beneficio deben encontrar otra forma de permanecer legalmente en los Estados Unidos. ¿Pero cuál?
Opción 1: Solicitar la residencia permanente a través de un familiar ciudadano
Si tienes un familiar inmediato que sea ciudadano estadounidense, puedes obtener una residencia permanente (Green Card), siempre que cumplas con los requisitos correspondientes.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que no cualquier pariente ciudadano sirve para valerse de esta opción.
Para poder pedir la Green Card con este mecanismo, debes ser:
- cónyuge de un ciudadano estadounidense;
- hijo/a soltero/a menor de 21 años de un ciudadano estadounidense, o
- padre o madre de un ciudadano estadounidense de 21 años o más.
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Si estás en Estados Unidos, debes haber ingresado legalmente al país.
Además, debes ser admisible a Estados Unidos. Alguien podría ser considerado inadmisible por distintas razones, por ejemplo, si tiene una enfermedad transmisible, si cometió delitos graves o participó en actividades terroristas o de espionaje.
Como los familiares inmediatos tienen algunas flexibilidades, es posible que, aunque en principio seas inadmisible, aplique alguna exención.
Puedes consultar la información oficial y más actualizada en el sitio oficial de USCIS haciendo clic aquí.
Si piensas que tu caso podría encajar en esta opción y quieres saber más, puedes programar una consulta con nosotros aquí.
Opción 2: Pedir asilo
Si no reúnes las condiciones para pedir la residencia permanente a través de un familiar inmediato, quizá sí puedas pedir asilo.
El asilo es una defensa que evita la deportación, te permite vivir en Estados Unidos, conseguir una Green Card, pedir a familiares y, al cabo de un tiempo, incluso hacerte ciudadano estadounidense.
El asilo es para las personas que tienen miedo de volver a su país por persecución por una o más de estas cinco causales: por ideología política (por ejemplo, si eres venezolano y te persigue la dictadura de Maduro); por raza; por religión; por nacionalidad, o por pertenencia a un grupo social particular (por ejemplo, te persiguen por tu orientación sexual o estás en una relación abusiva de la cual no puedes salir).
La persecución puede ser pasada o futura.
Además, quizá encajes en más de una causal. De todas maneras, alcanza con una sola.
En cuanto al plazo, en principio, hay que pedir el asilo dentro del año desde la fecha en que ingresaste a los Estados Unidos por última vez, hayas entrado por frontera o con visa o con “parole”. Aunque existen excepciones legales si ya se te venció el plazo del año, como haber mantenido siempre un estatus legal, entre otras.
También puede solicitarse asilo ante una corte de inmigración, para intentar frenar la deportación.
Si piensas que podrías calificar para el asilo, programa una consulta con nosotros para que revisemos juntos tu caso.
Opción 3: Cancelación de la deportación
Una alternativa que no muchos conocen es la cancelación de la deportación 42B, también conocida popularmente como “la ley de los 10 años”.
¿Qué significa esto?
Si eres un inmigrante que estuvo en Estados Unidos por lo menos 10 años, tienes buen carácter moral (pagas los impuestos, no tienes delitos, etc.) y puede demostrar que tu deportación causaría un sufrimiento extremo e inusual a un familiar calificado ciudadano o residente permanente, podrías calificar para la cancelación de la deportación.
Una aclaración importante: este mecanismo es una defensa ante la deportación. No es que si uno está hace 10 años puede presentarse y pedir una Green Card. No. Esto es así: si a uno lo arrestan y lo están por deportar, recién ahí puede presentar esta defensa para frenar la deportación. Y si el juez está de acuerdo y te concede la cancelación, te terminan dando la Green Card.
Otra aclaración respecto del requisito del sufrimiento extremo e inusual. Para lograr la cancelación de la deportación, el estándar de sufrimiento que se exige es alto.
En otras palabras, una deportación siempre conlleva un sufrimiento de parte de la familia y no por eso se va a frenar. Para que se acepte la cancelación de deportación, entonces, hay que demostrar un sufrimiento extremo e inusual.
¿Cuándo puede ser? Por ejemplo, eres el padre de un niño que tiene algún problema físico o mental y si te llegan a deportar no hay quien cuide a ese niño, que además debe ser ciudadano o residente estadounidense.
Si piensas que, dada tu situación, podrías ser candidato para una cancelación de deportación, puedes ponerte en contacto con nosotros aquí para analizar tu caso.
Opción 4: Retención de expulsión o protección en contra de la tortura
Si no calificas para ninguna de las opciones anteriores, una alternativa es la retención de expulsión o la protección en contra de la tortura.
Atención, porque aunque “retención de expulsión” y “cancelación de la deportación” suenan parecido, no tienen nada que ver.
La retención de expulsión y la protección en contra de la tortura son dos defensas del derecho internacional que impiden la deportación, te dan derecho a tener un permiso de trabajo y a vivir en los Estados Unidos.
El clásico ejemplo es una persona que no califica para el asilo por alguna razón, pero aún podría ganar la retención de expulsión o protección en contra de la tortura, cuando hay más de un 50 % de probabilidad de que si la deportan a su país la policía la va a torturar o no va a evitar que la torturen.
Es importante tener en cuenta que estas defensas no dependen de las causales que se exigen para el asilo.
Si te interesa saber más sobre estas dos defensas, puedes programar una consulta con nosotros aquí.
Conclusión
Estamos viviendo momentos de mucha incertidumbre, pero no todo está perdido.
Existen opciones para evitar una deportación. Aunque no sea siempre sencillo (porque hay condiciones, plazos, etc.) hay personas de carne y hueso que lo logran cada día, así que no bajes los brazos.
Lo fundamental es asesorarse legalmente, para ver la situación particular de cada uno. Mucha gente tiene opciones disponibles, pero no lo sabe y termina siendo deportada, porque no se defendió como debía.
Si necesitas asesoramiento para explorar tus opciones, puedes programar una consulta aquí.